Ocho universidades y cuatro institutos esperan retomar las actividades prácticas, con un grupo pequeño de estudiantes, el lunes 18.
Aunque cuentan con la autorización del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, para aplicar sus planes piloto de retorno presencial, saben que la fecha podría diferirse.
En función del aumento de casos de covid-19 y de ocupación de camas en centros de salud, el COE podría modificar su decisión. Pese a eso, las instituciones ya preparan sus campus para recibir a los estudiantes que, voluntariamente, decidan acudir.
La Universidad San Francisco de Quito, por ejemplo, planea empezar su período académico en la misma fecha desde la que rige la autorización (el 18). De los más de 8 000 estudiantes inscritos para ese ciclo, prevén que acuda menos del 10%, señaló Carlos Montúfar, quien estuvo frente al rectorado hasta la aprobación del plan piloto.
Para las prácticas se adecúan espacios abiertos, que garanticen el distanciamiento. El laboratorio de física, por ejemplo, fue movido a una terraza con mesas, en donde en estos días se concretan instalaciones eléctricas. También se hacen adaptaciones en aulas. No se usarán espacios que no cuenten con ventilación. Antes de su primera clase, los alumnos deberán someterse a una prueba PCR, cuyo costo asumirá la universidad. Solo los registrados en el sistema podrán acceder al campus.
Sebastián Morales considera que trabajar en los laboratorios es necesario para su aprendizaje. El joven de 19 años cursó tres semestres de mecánica y para el nuevo se cambió a biotecnología. Sintió que de forma virtual no captó lo necesario en cuanto a manejo de máquinas, ya que el aprendizaje fue a través de videos.
“Se debe tomar en cuenta la incertidumbre que se vive con respecto a la situación sanitaria”, apunta el vicepresidente de la Asamblea del Sistema de Educación Superior (Asesec), Joaquín Hernández. “Sí es necesario un retorno progresivo, pero no se puede poner en peligro la salud, no sabemos si estamos frente a un rebrote”.
Entre las instituciones con autorización del COE nacional está el Instituto de Estudios de Televisión (ITV), de Guayaquil. Allí las prácticas presenciales ya se ejecutaban desde el 19 de octubre, con la aprobación del COE cantonal. Para aprender a hacer tomas, grabar programas, practicar con cámaras y trabajar en estudios de sonido no se podía emplear la virtualidad, dice Yesmin Zajar, rectora del ITV.
Así que planificaron la asistencia al campus, de 3 800 metros, de grupos de no más 30 personas al mismo tiempo. Cada uno con cinco chicos trabajó en un espacio de 250 metros. Las prácticas del período que termina en marzo en el ITV se dieron hasta la tercera semana de diciembre y está planificado que se retomen, cuando disponga el COE.
Contemplaron, cuenta Zajar, el peligro de contagio que podría representar la asistencia tras las fiestas de diciembre. En estos primeros días del año, los hospitales vuelven a instalar carpas para la atención y ya se prevé una presión sobre el sistema de salud, señala el epidemiólogo Daniel Simancas. “Hay lista de espera y aumentan las consultas por enfermedades respiratorias”. Comenta que el teleestudio debería mantenerse, al menos hasta que se consiga una medición real del impacto del último feriado del año. “Deberíamos esperar hasta finales de febrero, por el Carnaval”.
El mejor escenario en carreras técnicas sería volver a lo presencial. Pero hay que mirar la realidad del alumno, señala Carolina Montero, docente de ingeniería química de la U. Central. Buena parte -recuerda- proviene de otras provincias. Y los de Quito se movilizan en transporte público, por lo que adaptar la parte experimental a la virtualidad aún es alternativa.
En sus clases de termodinámica, por ejemplo, han usado simuladores para prácticas de laboratorio. Los profesores acuden a la ‘U’ para demostrar ciertos procesos, grabarse y enviarlos en video. El Consejo de Educación Superior (CES) hizo recomendaciones a los centros que ejecutarán planes pilotos. Así, por ejemplo, el ingreso debe hacerse solo por puertas en donde se pueda controlar la temperatura. Y piden cronogramas para someterse a test regulados por el Ministerio.
La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) instala señalización y define vías de entrada y salida independientes, señaló Leisel Pérez, directora de Seguridad y Salud Ocupacional. Ofrecerán la prueba PCR a USD 40 para la comunidad universitaria. Los únicos espacios habilitados son laboratorios y, además, se usarán aulas como “zonas negras”, en donde los alumnos se podrán cambiar de ropa al entrar y al salir de su práctica. Ellos siguen los parámetros del CES,: no obligatoriedad, no calificación de la parte práctica, transmisión en vivo y todas las medidas de bioseguridad. El COE les permite la asistencia del 30% de matriculados.
Pero calculan que no sobrepasarán el 15% de 6 000 alumnos. Gabriel Alejandro espera poder ir a sus prácticas de biología. Le fue bien en laboratorios virtuales de botánica, genética y ecología, pero ve necesario experimentar con sus manos. En zoología necesitan salidas de campo, que espera también se retomen.
FUENTE
EL COMERCIO